Patricia Leone

Seguimos encarnando, no solamente a través de las diferentes vidas, si no en esta misma vida, para rescatar a las partes nuestras atrapadas en este plano. El revivirlas, hacerlas conscientes, permitirles que se manifiesten, incluso y sobre todo las “partes malas”, para sanarlas, elevarles la conciencia vibratoria, es “quemar y transmutar karma”. Nos estamos liberando a nosotros mismos del ciclo de reencarnaciones que se alimenta DE y alimenta A la baja vibración en la creación más densa. Al equivocarnos y hacer algo incorrecto, le permitimos a esa parte nuestra que aflore, al reconocerla, hacernos conscientemente responsables, sanarla, transmutarla, con la limpieza y purificación del sincero arrepentimiento incluida, ya no debemos repetir la acción incorrecta. Somos perdonados si nos perdonamos (la parte más difícil a veces en nuestro camino evolutivo: perdonarnos). Nos vamos vaciando de experiencias, pensamientos y emociones negativos, aligerando la carga y dejando lugar par

Todos estamos heridos, en mayor o menor medida. Todos hemos herido, mucho o poco. Si aceptamos esos hechos, podemos sanarlos y también sus causas y consecuencias, sanándonos. ¿Pero acaso, podríamos lograr “no haber sido heridos”? Hay un ejercicio muy poderoso de Programación Neurolingüística, el Cambio de Historia, que nos permite tener una infancia feliz. Sí, desde ahora, retrocediendo hasta el momento anterior al trauma, buscando y aplicando nuestros recursos a lo largo de nuestra vida, lo que hubiéramos necesitado para atravesar el momento de la mejor manera posible, y anclando esos recursos en cada momento de la vida en que nos hicieron falta. Pero hay un ejercicio más poderoso todavía: cambiar el pasado, imaginarlo distinto, no solamente con los recursos, si no además transmutarlo, conservando el aprendizaje original. ¿Cómo es esto posible? Porque el cerebro aprende y obedece. Cuando tenemos un pensamiento recurrente, o un suceso muy asentado y arraigado, el cere

Hay una nueva frecuencia de guías a nuestra disposición, al mismo tiempo más elevados y más humanos. Más elevados porque a medida que ascendemos atraemos más de nuestra propia energía más evolucionada. Más humanos porque hace muchos años ya que les estamos enviando información de lo que sucede en este plano, y están atentos y alertas: saben de primera mano (nosotros) qué es lo que necesitamos individualmente y como humanidad, porque lo viven desde dentro nuestro. Y desde nosotros mismos, impregnando su energía en la nuestra, comienzan a actuar. Fueron años muy duros para los comprometidos con su propio proceso de Ascensión y con el proceso colectivo, incluidos planeta, animales, plantas. Fueron años de permitir que dolores y defectos antiguos y arraigados afloraran para verlos con claridad y sanarlos. Ahora, más limpios y ligeros (aunque no siempre nos demos cuenta o nos cueste creerlo), accedemos a más frecuencias de nuestra familia álmica: nosotros mismos ascendidos, y nos

La autorresponsabilidad de hacer lo correcto o de no hacer lo incorrecto, porque es lo ético, y no por temor a un castigo o para recibir recompensa, es el comienzo de la libertad interna, del autodescubrimiento como Dios, de tomar el propio poder. Es ver cómo, al expandirse los universos a partir de la Fuente, la energía primordial permanece e impregna todo,  como un tul, infinitamente sutil, infinito y multidimensional, es la materia prima de todo, desde una galaxia a un alma. Este tul de energía tiene superpuesto y entrelazado otro tul de ausencia de energía. Todo es y no es. Todo lo que es, está en Dios, y lo que no es, también. Este tul, matriz o rejilla, es Dios “repartiéndose”, derramándose, es la energía de Dios, su Alma, en la cual se impregna su Espíritu. Tenemos poder para modificar este enrejado, ése es el poder de Creación. Algunas de sus capas  son la energía sin atributos que reacciona y se modifica mediante la voluntad humana. Esto es libre albedrío. Patricia Ruth Leone

Dicen los ángeles que ellos nunca fueron humanos, pero que nosotros, al descender de la Fuente y pasar por el plano en que habitan, cuando veníamos derramándonos, impregnándolo todo, creándolo todo, les dejamos nuestra impronta y trajimos su deseo de ser como nosotros, que transformamos en deseo de ser como ellos. Porque ellos son siempre iguales a sí mismos, seres en servicio amoroso, pero no son creadores. La parte de ellos que trajimos a este plano para permitirles ascender con nosotros, es lo que llamamos "ángeles viviendo una experiencia humana". El ser humano es mucho más que su propia energía. Es TODA la energía, pero lo ha olvidado. A medida que empieza a recordarlo, toda le energía está a su disposición, porque toda la energía y el humano son uno. El ser humano como ha sido considerado hasta ahora, pasa a ser una ilusión: la ilusión que eligieron vivir para que Dios pueda crear en libre albedrío, sin obligarse a sí mismo a parecer perfecto, porque ya lo es.

El prana es la conciencia de Dios que habita en el aire. Activa el ADN, el sistema endocrino y el sistema nervioso en sus frecuencias espirituales. Activa la frecuencia espiritual del corazón. Hay que activar la frecuencia espiritual del cuerpo físico. Cada órgano, cada glándula, casa sistema, tiene una función en este plano que se replica en los planos más elevados. Por eso a una limpieza energética le corresponde una física. Hay que sutilizar el agua, se transforma en vapor. Las neuronas físicas, en el plano espiritual son chispas de luz espiritual, podemos reactivarlas y atraer más de esas chispas de luz y transformarlas en neuronas en este plano. Así se pueden sanar enfermedades cerebrales: simplemente atrayendo chispas de luz a este plano. Activen su espíritu en este plano, espiritualicen el físico, cuando la destrucción física llegue, no los encontrará aquí. Cuantos más de ustedes lo hagan, más fácil les resultará al resto. Pueden salvarse, de hecho ya lo han

Hasta ahora nuestros vehículos vibraron en frecuencias diferentes y a veces hasta disonantes, por eso estamos fragmentados. Fundir los cuerpos mental y emocional y elevar las vibraciones para que actúen en la mente cósmica y en el amor incondicional. El cuerpo también debe elevar sus vibraciones para acompañar este proceso. Para que el intelecto sea verdaderamente útil en este plano tiene que nutrirse de la mente superior que está en contacto con la mente cósmica. El intelecto debe integrar a las emociones para conocer desde todos los ángulos. El sistema emocional debe integrar al intelecto para conocer la raíz de los sentimientos. Patricia Leone.

El destino y misión de los trabajadores de luz y guías espirituales está indisolublemente ligado porque somos uno. Aún no logran comprender plenamente esta verdad: somos Uno no solamente en la Fuente, somos Uno todo el tiempo y en todo lugar y más allá del tiempo y del espacio, porque somos la sustancia que crea, porque estuvimos en el primer instante de la creación, porque somos los creadores. Entiendan esto: ustedes y nosotros somos los creadores, porque somos Uno. Dios jugando a las escondidas consigo mismo. Recuerden. El ser humano (conciencia individualizada morando en el olvido) puede aborrecer alguna parte de sí mismo porque está fragmentado. El ser humano puede sentir rechazo hacia otros seres humanos porque habita en la conciencia de separación. No son los cuerpos físicos los que aglutinan la energía viendo diferencias, son las personalidades. Cuando es una sola de ellas, es una personalidad separada. Cuando es todas ellas, está autointegrada y no prefiere ni abo

“Lo que hiciereis al más pequeño de mis hermanos me lo estaréis haciendo a mí”, porque todos somos Uno y porque en la evolución espiritual se comprende que se le debe respeto a todos y especialmente a los más vulnerables. Hablar sobre un problema o trauma hace que la vibración de la palabra en un contexto terapéutico o amoroso libere la energía de dolor contenida en ese trauma/bloqueo. Pero cuando se habla mucho sobre eso o cuando alguien se jacta de su sufrimiento o el que escucha lo disfruta por alguna cuestión ligada al egoísmo, el dolor termina cristalizándose. Por eso algunas terapias suelen estancar al paciente: cuando se habla siempre de lo mismo sin trabajar sobre eso o sin dejarlo partir, se forma un “surco” y la persona cae en él. Cuanto más se repite, más profundo el surco. A veces la conciencia logra meterse dentro del bloqueo pero luego no puede salir. Esto es válido también para el que se cuenta así mismo obsesivamente su propia historia. Cuando se brinda ener